Sunday, December 2, 2012

LAS AMAZONAS SEGUN HERODOTO




Acerca de los saurómatas, se cuenta lo siguiente. Cuando los griegos combatieron contra las amazonas “a las que las amazonas los escritas llaman oiorpata, palabra que equivale en griego a andractonoi ““matadoras de hombres”” pues oior significa “hombre” y pata “matar” ”. Es fama entonces que, vencedores los griegos en la batalla del Termodonte, se hicieron a la vela llevando en tres navíos cuantas amazonas había podido tomar prisioneras, pero que en alta mar ellas les atacaron e hicieron pedazos. Mas no entendían de barcos ni de manejar remos; y después de haber matado a los hombres se dejaban llegar a merced de las olas y del viento. Arribaron a Cremnos en la laguna Meotis; Cremnos pertenece a la comarca de los escitas libres. Allí bajaron de las naves las amazonas y se encaminaron al poblado. Arrebataron la primera manada de caballos con que toparon, y montadas en ellos saqueaban el país de los escitas.

No podían estos atinar con lo que pasaba, pues no conocían la lengua ni el traje ni la nación, y se admiran de donde habían podido venir. Ténganlas por hombres de una misma edad, y combatían contra ellas; a consecuencia del combate, los escitas se apoderaron de los cadáveres, y saín conocieron que eran mujeres. Tomaron acuerdo sobre el caso y decidieron no matar en adelante a ninguna, y enviarles a sus jóvenes en igual numero al que según presumía, seria el de aquellas; los mancebías habían de acampar cerca de ellas y hacer lo mismo que ellas hiciesen; si les perseguían no habían de admitir el combate sino huir y cuando cesasen había de volver y acampar cerca de ellas. Así habían resuelto los escitas deseando tener hijos de ellas.
Los mozos enviados cumplieron las órdenes. Cuando advirtieron a las amazonas que no venían con ánimo hostil, los dejaron enhorabuena, pero cada día un campamento se acercaba más al otro. Los jóvenes, como las amazonas, no tenían consigo cosa alguna sino sus armas y caballos y Vivian de igual modo que ellas, de la caza y de la pesca.

A mediodía las amazonas hacían así: se dispersaban de a una o de a dos, y se alejaban unas de otras, dispersándose para satisfacer sus necesidades. Los escitas, que las habían observado, hicieron lo mismo, y uno se abalanzo sobre una de las que andaban solas: no le rechazo la amazona, antes le dejo hacer. No podía hablarle puesto que no se entendían; pero con señas le indico que al día siguiente viniese al mismo lugar y que trajese otro “mostrandole por señas que fueran dos”, y que ella trajera a otra. Al volver el mozo, contó esto a los demás; al día siguiente acudió y trajo consigo a otro, y hallo a la amazona con otra que les estaba esperando. Enterados de ellos los demás mozos, se amansaron de las demás.

Después juntaron los reales i vivieron en compañía, teniendo cada cual a aquella con la quien primero se había unido. Los hombres no pudieron aprender la lengua de las mujeres, pero las mujeres tomaron la de los hombres. Y cuando llegaron a entenderse dijeron los hombres a las amazonas: “Nosotros tenemos padres, tenemos bienes; así, pues, no sigamos mas en esta vida; veámonos y vivamos con nuestro pueblo; por mujeres os tendremos a vosotras, y no a otras algunas”. A lo cual respondieron ellas de este modo: “Nosotras no podríamos vivir con vuestras mujeres, pues no tenemos las mismas usanzas que ellas. Nosotras lanzamos el arco, tiramos el venablo, montamos a caballo y no aprendimos labores mujeréeles; vuestras mujeres, al contrario, nada saben de lo que os hemos dicho, sino que se quedan en sus carros y hacen sus labores sin salir a caza ni a parte ninguna. Luego, no podríamos avenirnos. Pero si queréis gozar fama justos, y tenernos por mujeres, id a ver a vuestros padres y tomad vuestra parte de bienes, volved y luego viviremos aparte”.

Persuadieron sé los jóvenes y asi hicieron. Después de tomar la parte de los bienes que les tocaba, volvieron a las amazonas, y las mujeres les hablaron así: “Miedo y temor nos de pensar que hemos de vivir en estos paraje, parte por haberos privado de vuestros padres, y parte por haber devastado mucho vuestra tierra, crucemos el Tanais y vivamos allá”.

Persuadieron sé también a esto los jóvenes, pasaron el Tanais, y anduvieron en dirección a Levante tres días de camino a partir del Tanais, y tres en dirección al viento Norte a partir de la laguna Meotis. Llegados al mismo paraje en el que moran en el presente, fijaron su morada. Desde entonces las mujeres de los sármatas viven al uso antiguo: van a la caza a caballos juntos a los hombres o sin ellos, y llevan el mismo traje que los hombres.

Los sármatas hablan la lengua escita, si bien llena de solecismos desde antiguo, ya que las amazonas no la aprendieron bien. En cuanto al matrimonio tiene esta ordenanza: ninguna doncella se casa si no mata antes un enemigo, y algunas de ellas mueren viejas y sin casarse, por no haber podido cumplir la ley.

Publicado por Editorial Lumen

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